domingo, 17 de noviembre de 2019

"El vater del campanero", en la Catedral de Barcelona. Gentileza: La Vanguardia



El váter del campanero

La catedral de Barcelona conserva en la azotea una antigua y curiosa ‘comuna’ que usaba el encargado de hacer tocar las campanas, que así evitaba subir y bajar varias veces al día las empinadas e irregulares escaleras del templo




Ser campanero de una catedral era un oficio duro. El encargado de esta función en la catedral de Barcelona, al igual que sus compañeros de profesión, pasaba largas horas entre el tejado, pues las empinadas, estrechas e irregulares escaleras que conducen a lo más alto del templo no invitaban a subir y bajar varias veces al día. Es por eso que el campanero disponía de su propio váter particular. El de la catedral aún subsiste, aunque nadie lo usa ya después de que el manejo de las campanas se automatizara y no requiriera ya de la intervención directa de un humano.
El váter del campanero se encuentra en un área del tejado no accesible al público, en una zona no apta para quienes sufren de vértigo, ya que pende justo en el filo del abismo. Un paso en falso y el curioso corre el riesgo de estrellarse contra el suelo de la calle Comtes de Barcelona. Por fortuna, el asiento está orientado hacia la zona interior del tejado, de modo que el usuario evitaba hacer sus necesidades con la vista en el vacío.
Se trata de un váter –de hecho es lo que en catalán se denomina una comuna— medieval. Según Josep Maria Martí Bonet, fue inaugurado el 14 de diciembre de 1416. Tiene forma de cabina construida en piedra y en cuyo interior se encuentra el asiento con el funcional agujero pertinente. De hecho, aún se podría utilizar en caso de no temer a la intemperie.
El campanero, en sus largas horas allá en lo alto, tenía otras tareas además de ocuparse de las campanas. Según consta en los registros custodiados en el archivo de la catedral, empleaba los ratos libres enderezando clavos de hierro, muy valiosos en la época, por lo que se reutilizaban.
También según Martí i Bonet, el váter sufrió un percance hace unos años, pues un amigo de lo ajeno o coleccionista de antigüedades escatológicas robó el tapón que cubría la antigua comuna. Nunca más apareció.

Según Josep Maria Martí i Bonet, el váter medieval fue inaugurado el 14 de diciembre de 1416

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