Tiempos diferentes, timbres y modos de expresión distintos: "El Presi", Vicente Díaz, el tenor Joaquín Pixán o Emilio Menéndez, Cuarteto Torner y otros del mundo coral, el Grupo Assia hasta llegar a Rodrigo Cuevas. Pero, tanto el primero como precursor e introductor del tema en el sentir popular que, los citados y bajo estéticas distintas posteriores versionan -hasta con introducciones con guiños al jazz y al pasodoble y otros sones de "verbena de prao" o la banda de gaitas, pasando por el cuarteto tradicional-. Todos reciben su legado a través ya de la tradición oral vivida y cantada desde el éxito y la popularidad del primer tema que se expandió por su buena acogida en las memorias pretéritas. Y, en sus versriones, hasta el más joven, Rodrigo, se lanza a ella "a pelo" y en zapatillas "a la puerta casa" solo con su guitarra.
Se trata de un canto acorde al contexto de este blog pues, abunda en la campana como un tema que ha movilizado afectos en muchas generaciones y más allá de la belleza de su soporte melódico compositivo y arreglos. Trata y nos presenta "a bocajarro" el significado simbólico de las campanas en el paisanaje del entorno rural y de otros. Ese que, hasta no hace tanto, ha impregnado la memoria vital sonora de tantas personas por este Noroeste Ibérico, Asturiano y Leonés en particular.
Se tiñe el canto de un lirismo popular que, tanto en lo literario como en lo musical parejo, resulta muy sencillo, simple y hasta "facilón" para el entendido, pero que consigue el objetivo de todo canto: lograr una emoción en el receptor. Una emoción igual que la que provoca la más compleja y perfecta creación, más allá de la crítica de las formas en las que, en ocasiones la sabiduría o el prejuicio, le también hacen caer en paralelo al emocionado tratando -como mecanismo de defensa de "él sabrá qué"- de "evitar que se le note".
AMANECIA EN LA ALDEA
CAMPANINES DE MI ALDEA - Todo Acordeón
