domingo, 20 de mayo de 2018

Colaboración en "echamos las campanas al vuelo"


Colaboración en esta propuesta ante la UNESCO realizada desde la capital leonesa, además de por otras homólogas, por una cofradía penitencial la del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio. Cofradía que, en los protocolos de sus actos anuales recoge tanto el uso como el modo de realización y circunstancias de determinados toques tradicionales de campanas. Instrumentos idiófonos empleados en la misma bajo diversos formatos y tamaños, que abarcan desde las pequeñas esquilas de mano hasta las grandes campanas de torre o espadaña. 




El vídeo muestra en primer lugar los "toques de esquila". Con los dos ejemplares característicos que usa esta cofradía - la "esquilina" y la esquila del Hno. Abogador -, estos se hacen sonar. Su tañido peculiar se emplea de modo continuo e ininterrumpido en el itinerario procesional del "Dáinos" - de tiempo inmemorial, en la tarde del Domingo de Ramos - y del Silencio -Miércoles Santo -, preludiando con su peculiar timbre a los primeros integrantes del cortejo de la mano de un solitario cofrade. Con ello se sacraliza el espacio urbano.

En la procesión del Corpus la comitiva de la cofradía que acude a participar hace sonar del mismo modo su otro instrumento de mano, la esquila del Hno. Abogador. Instrumento éste cuyo son, abre y cierra además de modo obligado y reglado todos los actos de la cofradía, haciendo para ello sonar sus cinco pausadas badalladas o "posas" de "abogar". Este instrumento se implica también en un peculiar trío o conjunto instrumental, de presencia tradicional en la Semana Santa leonesa, integrado además por clarín y tambor. En el mismo su toque es diferente en su esquema rítmico y suena tanto en la Procesión del Silencio como ante la casa del que va a entrar a regir la cofradía, dentro del particular protocolo de actos que se realizan la mañana de su toma de posesión como "Mayordomo".

Las campanas de torre en la procesión del "Dáinos", antaño del Santo Rosario de la Buena Muerte - de carácter inmemorial ya en el siglo XVI -, sonaban desde las espadañas y torres de las parroquias por las que este cortejo discurría. La costumbre no ha decaído y por ello se recoge en el vídeo desde la espadaña del Monasterio Benedictino de Santa María de Carbajal, las populares "Carbajalas". 

La tradición rural leonesa recoge todavía vigente en varios pueblos de la provincia una peculiar costumbre de toque campanil: el toque a "ten-te nu-be", que era y es interpretado para ahuyentar "la truena" o "la nube". La formación de las tormentas del año, en el universo legendario, de convencimiento arraigado se realizaba por parte de unos peculiares personajes de la mitología mas ancestral de la zona conocidos como "reñuberos". Y se hacía para todas las nubes anuales precisamente en la noche de la víspera de Santa Brígida, que inicia febrero.

Esta entrañable costumbre se ha recuperado en la comarca de La Sobarriba por parte de la cofradía junto a otras de esa zona. Alrededor de una celebración religiosa previa y como preámbulo a su vez a una reglada y austera cena de un cordero - junto al vino, pan y nueces con naranjas -, los Hnos. de la Cofradía de la Expiración y del Silencio realizan en la gélida noche de Santa Brígida  este toque a "Ten-te nu-be" desde la espadaña de Villaseca de La Sobarrriba. Todo se realiza en fin de semana próximo a dicha fiesta y junto a las gentes y Hnos. de cofradías de esa comarca. Personas todas que, anualmente, acuden a participar en la Procesión del "Dáinos" mencionada y que, el Miércoles Santo en simpática costumbre, fruto de una "tirada de chapas tradicional" se jugarán quién de los dos colectivos paga "el cordero" y quién el resto de "viandas" igualmente a todos los comensales, tanto de la cofradía  como de La Sobarriba.

Queden aquí estas curiosas circunstancias de imbricación del mundo campanil en una realidad asociativa religiosa que, como puesta en valor y disfrute de las mismas, perfectamente han puesto de manifiesto que las tradiciones son asumibles y sostenibles, de modo además visiblemente entusiasta, en un entorno urbano y unos condicionantes de vida actuales. Una propuesta y vivencias tras ya un cuarto de siglo de implantación que pueden servir de modelo a otras asociaciones homólogas de índole religiosa o profana.

El mundo de las campanas en el antiguo Reino de León: Las campanas y el Lago de Sanabria (Zamora)

La leyenda, las campanas y la novela de Miguel de Unamuno.

Alrededor de la leyenda

Wikipedia indica:
https://es.wikipedia.org/wiki/Leyenda_del_lago_de_Sanabria


Cuentan que un buen día llegó a la aldea de Villaverde de Lucerna un peregrino pidiendo limosna, y al que nadie le atendió, salvo unas mujeres que estaban cociendo pan en el horno de este pueblo. Estas se apiadaron de él, y le dejaron entrar en la sala del horno para que pudiera guarecerse del intenso frío y saciar su hambre con algo más de masa que pusieron en el horno. La masa que introdujeron en el horno creció tanto que finalmente el pan se salió del horno y, las mujeres, sorprendidas ante este hecho, escucharon de boca del peregrino, que resultó ser Jesucristo, el castigo que iba a implantar al pueblo ante su falta de caridad: inundaría la aldea, por lo que debían de huir de sus casas para refugiarse en el monte. Seguidamente el hombre clavó su bastón en el suelo diciendo:
"Aquí clavo mi bastón
aquí salga un gargallón
aquí clavo mi ferrete
que salga un gargallete."
El agua brotó a borbotones anegando el pueblo de Villaverde, salvándose de las aguas tan solo el horno, que conforma hoy en día la pequeña isla que hay en el Lago.
Sigue contando la leyenda que los vecinos de los alrededores quisieron sacar las dos campanas de la iglesia hundida, empleando para ello a dos jatos que estuvieran bien alimentados. Sin embargo a uno de ellos le había ordeñado a la madre y no había podido mamar, derramándose parte de la leche ordeñada por el lomo del animal. Este finalmente no pudo sacar la campana del fondo del Lago y el bien alimentado le decía:
"Tira buey bragau
que la leche quí ordeñarum
por el llomu le fue echau
Ven aquí bragau.
-No puedo, quíestoy ordeñau, le contestó"
La campana que se hundía le decía a la otra que salía:
"Tu te vas, Verdosa,
yo me quedo Bamba
y hasta el fin del mundo
no seré sacada"
Y esta es la campana que los hombres de bien pueden oír repicar desde el fondo de las aguas la noche de San Juan
Una de las leyendas más famosas - de origen suizo medieval - quizás por ser premonitoria de la catástrofe ocurrida en a mediados del XX es la que narra el origen del Lago.

Más información:
http://www.elnortedecastilla.es/zamora/201601/08/mundo-hundio-ribadelago-20160106181050.html Ribadelago


Poesías de Unamuno
Contenidas en la novela San Manuel Bueno Martir, 1931. Aborda el tema de la medieval leyenda del Lago de Sanabria vinculada a una localidad ficticia: Valverde de Lucerna,  inspirada en San Martín de Castañeda (Zamora), junto al mismo lago. En ella, la realidad de su pasado se entremezcla de modo legendario con el presente de Unamuno tomando forma acústica una vez al año precisamente a través del sonar de las campanas con su fúnebre tañido. 

Ay, Valverde de Lucerna,
hez del lago de Sanabria,
no hay leyenda que dé cabria
de sacarte a luz moderna.
Se queja en vano tu bronce
en la noche de San Juan,
tus hornos dieron su pan,
la historia se está en su gonce.
Servir de pasto a las truchas
es, aun muerto, amargo trago;
se muere Riba del Lago,
orilla de nuestras luchas.

Y esta otra 
San Martín de Castañeda,
espejo de soledades,
el lago recoge edades
de antes del hombre y se queda
soñando en la santa calma
del cielo de las alturas
en que se sume en honduras
de anegarse, ¡pobre!, el alma...
Men Rodríguez, aguilucho
de Sanabria, el ala rota
ya el cotarro no alborota
para cobrarse el conducho.
Campanario sumergido
de Valverde de Lucerna,
toque de agonía eterna
bajo el caudal del olvido.
La historia paró, al sendero
de San Bernardo la vida
retorna, y todo se olvida
lo que no fuera primero.


Enlaces para argumentar el asunto: